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Plásticos no reciclables: cuáles son y por qué no se pueden reciclar

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Plásticos no reciclables: cuáles son y por qué no se pueden reciclar
19 febrero 2021 -

Si nos paramos a pensar nos daremos cuenta de que, inconscientemente, cada día hacemos uso de muchos plásticos no reciclables

Los plásticos no reciclables. ¿existen? El plástico y tantos otros derivados del petróleo se han convertido hoy día en elementos muy presentes en multitud de sectores.  Desgraciadamente, según cifras de Greenpeace, sólo un 30% acaba siendo reciclado en España.

¿Es posible reciclar todos los tipos de plásticos?

Lamentablemente no. Y para entenderlo es importante saber que el proceso de reciclado de plásticos consiste en ir clasificándolos según el tipo de resina: una vez separados se funden posteriormente y, al convertirse en resina se les puede ir dando forma y transformarlos en nuevos materiales, obteniendo circularidad en el proceso. 

Por ello, que se puedan reciclar no sólo depende del tipo de plástico, sino que también son necesarias unas condiciones específicas.

No serán reciclables si:

✖️ Están mezclados con otros materiales.

✖️ Se encuentran manchados. Por ejemplo, aquellos platos de plástico que contengan restos de comida.

✖️ Han sido sido expuestos al sol de forma que hayan perdido propiedades.

✖️ Los plásticos están pigmentados

Plásticos con mayor facilidad para ser reciclados

Debido a su composición, no todos los plásticos requieren los mismos recursos para ser reciclados, y es que existe una gran cantidad de ellos cuyo reciclaje es más sencillo.

Por ejemplo, el PET (utilizado principalmente para hacer botellas de plástico, con una vida útil muy corta) tiene una composición ligera y es totalmente reciclable.

Otro ejemplo sería el HDPE (Polietileno de alta densidad), que se usa principalmente para artículos más resistentes que el PET, como las botellas de detergente.

Por otro lado están el PVC y el PS, cuyo reciclaje -aunque posible- es algo más complicado. El primero de ellos es con el que se realizan materiales como tuberías y canalones debido a su enorme resistencia, pero también es el que puedes encontrar en la tarjeta de crédito que guardas en tu bolsillo.

El segundo es comúnmente visible en productos de uso diario como envases de yogur o relleno para embalaje que, debido al auge del comercio online, se está haciendo gran uso del mismo en la actualidad.

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