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Basura espacial

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Basura espacial
18 marzo 2022 -

Desde el comienzo de la era espacial en 1957, el ser humano comenzó a explorar el espacio, pero también a ensuciarlo.

La Agencia Espacial Europea (ESA) estima que existen unos 900.000 objetos de más de un centímetro sin utilidad orbitando alrededor de la Tierra. Este hecho, según la ONU, pone en peligro futuras misiones e, incluso, las comunicaciones terrestres.

Cuando hablamos de basura espacial, nos referimos a los objetos creados por el hombre que se encuentran en el espacio, principalmente en la órbita terrestre, que ya no funcionan o no cumplen ninguna función útil como, por ejemplo, naves espaciales no funcionales o desechos relacionados con alguna misión.

Estos son algunos de los motivos que producen la basura espacial

  • Satélites muertos: los satélites tienen una vida útil limitada y, cuando esta termina, se quedan flotando en el espacio.
  • Equipamiento perdido: en ocasiones los astronautas pierden herramientas u otros objetos durante sus paseos espaciales y estos se quedan también en el espacio.
  • Etapas de cohetes: algunas etapas de los cohetes se quedan en órbitas bajas y vuelven a caer poco después del despegue, pero las más altas quedan flotando en el espacio e incluso pueden llegar a explotar por los restos de combustible que contienen creando miles de fragmentos más.
  • Armamento: tanto Estados Unidos como la Unión Soviética comenzaron a realizar pruebas con armas antisatélites en los años 60 y 70.

Consecuencias de la basura espacial 

La mayor parte de la basura espacial acabará entrando en la atmósfera terrestre y sus restos se desintegran en su recorrido hacia la Tierra. Pero eso no siempre es así.

No es el único problema que plantea la basura espacial. “Estos objetos son peligrosos porque pueden impactar con otros equipos que estén
prestando un servicio. Hay unas órbitas de mayor demanda, como la órbita geoestacionaria, en la que se observa de manera continuada un mismo sector
de la Tierra. También es donde se encuentran los satélites meteorológicos.

Aquí la acumulación cada vez es mayor, pero no es la única franja que está

saturada. Lo mismo pasa en algunas órbitas bajas, donde se suelen poner los
satélites de comunicación”, señala el responsable del PAM.