Lo último sobre la limpieza de Málaga
En el ámbito doméstico y en los espacios públicos, es común confundir los términos limpiar, desinfectar y esterilizar. Sin embargo, cada uno implica un proceso distinto y cumple una función específica en la higiene y la salud. Conocer sus diferencias ayuda a aplicar medidas adecuadas en cada situación, especialmente en momentos de mayor atención sanitaria.
Limpiar consiste en eliminar la suciedad visible, como polvo, restos de alimentos o manchas. Se realiza con agua, jabón o detergentes domésticos y es el paso fundamental antes de cualquier otro proceso de higiene.
La limpieza no elimina microorganismos, pero sí reduce la presencia de materia orgánica donde estos podrían proliferar.
Desinfectar elimina una gran parte de los microorganismos presentes en superficies gracias al uso de productos químicos específicos, como lejía diluida, alcohol o desinfectantes autorizados.
Este proceso es especialmente importante en cocinas, baños, pomos, interruptores y superficies de contacto frecuente.
La esterilización es el procedimiento más completo: destruye todos los microorganismos, incluidos virus, bacterias y esporas. Se aplica en entornos médicos, quirúrgicos o industriales, donde la ausencia total de patógenos es indispensable.
Se realiza mediante métodos físicos (vapor a alta temperatura, radiación) o químicos.
Limpiar diariamente las superficies de uso común.
Desinfectar cuando sea necesario, especialmente después de cocinar, manipular alimentos o en periodos de mayor riesgo sanitario.
Esterilizar solo en casos específicos, como utensilios de bebé, ciertos materiales médicos domésticos o herramientas que necesiten una higiene completa.
En Limpieza de Málaga, estos tres conceptos forman parte del día a día del servicio municipal. La limpieza viaria, el desbroce, el baldeo o la desinfección de puntos sensibles requieren procesos diferenciados para garantizar la higiene y el bienestar colectivo.
Mantener una ciudad limpia no solo implica recoger residuos, sino aplicar las técnicas adecuadas en cada caso para asegurar un entorno saludable.
Comprender la diferencia entre estos tres procesos ayuda a los ciudadanos a tomar mejores decisiones en sus hogares y a valorar el trabajo que se realiza a diario en las calles de Málaga. Entre todos, podemos contribuir a una ciudad más limpia, segura y responsable con su entorno.
