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A lo largo de la historia y de la vida de las personas, las actividades de ocio y tiempo libre siempre han estado presente en la sociedad, es decir, el ocio ambiental. El ocio tiene muchas dimensiones y no podemos olvidar pasarlo bien de forma sostenible. Son momentos clave para concienciar a los más pequeños sobre el medioambiente y permite a las personas conectar con nuestro entorno.
El ocio ambiental empieza con labores de sensibilización. Con el reciclaje y la reducción de residuos como principal motor se pueden realizar diferentes acciones y actividades que nos permiten experimentar el ocio ambiental.
Voluntariados
Los voluntariados son un gran ejemplo, una grata experiencia social donde podréis encontrar personas con intereses similares a los vuestros mientras se llevan a cabo acciones que permitan mantener y conservar las playas y diferentes entornos naturales. Además, existen diferentes talleres formativos que permiten ampliar la visión que se tiene sobre el cuidado del medio y ayudan a la concienciación.
Son muchas las asociaciones del sector ambiental e instituciones relacionadas que sacan campañas de voluntariado vía online. También es genial que revises la oferta en tu ciudad o incluso en tu barrio.
La naturaleza como protagonista
El ocio ambiental no se limita a acciones voluntarias exclusivamente. De manera gratuita, hay muchos planes que se pueden organizar solos o acompañados. Así puedes compatibilizar el pasar un rato de ocio y el bienestar físico con la ayuda ambiental.
Por ejemplo, haciendo excursiones al campo, la montaña o la playa, alejarnos de las pantallas, salir de picnic y a la hora de recoger no limitarse a recoger los residuos propios, dejando el entorno que se ha utilizado un poquito mejor que como lo hemos encontrado.
Igualmente recomendable son los encuentros cerca de miradores, donde grupos de amigos se reúnen en un entorno más cercano a la montaña y disfrutan de las vistas que regala la ciudad desde la lejanía.
Ser conscientes de nuestro papel para con el planeta nos ayudará a tomar mejores decisiones medioambientales en nuestro día a día, ¡mantente cerca de la naturaleza!
Vacaciones alternativas
Si quieres disfrutar de tus vacaciones de una forma original, puedes acceder a plataformas que trabajan en comunidades locales cuyo fin es cuidar la fauna del lugar y hacer una labor pedagógica sobre educación ambiental.
Si tu idea es ir más por tu cuenta, puedes apostar por un modelo de viaje que ahora está de moda: páginas como WorldPackers o Workaway ofrecen un modelo de voluntario por todo el mundo donde se intercambia tu mano de obra en cualquier tipo de sector (depende del país) por un alojamiento, incluyendo en algunos casos la comida. Perfectamente te alojas en aldeas o granjas, desde las montañas suizas del centro de Europa o irte a la Selva Amazónica.
Planes de ciudad que no contaminan
¿Se puede salir por el centro de nuestra ciudad sin hacer daño al planeta? La respuesta es positiva: podemos disfrutar del ocio en cualquier lado, pero todo depende del plan.
La gastronomía también tiene su sitio en la mesa, comer en restaurantes o un plan de degustación casero es un plato exquisito en cualquier quedada con el que degustar la comida junto a las risas y momentos con nuestros acompañantes. La clave está en apoyar lugares que compartan estos valores y los apliquen en su forma de trabajar.
Sumado a su incentivo cultural, las visitas a los museos y exposiciones nos conectan con la historia. Respirar cultura, por supuesto, es un plan genial para aprender más de diversas culturas y su relación con el medioambiente.
En conclusión, la tarea de cuidar el lugar donde vivimos no excluye de edades. Es responsabilidad de todos nosotros y que deben aprender a concebir los pequeños desde edades tempranas, para que las generaciones venideras pueden disfrutar como nosotros lo hacemos.
Recuerda que, sin importar el plan, contribuir al medioambiente es tan sencillo como depositar correctamente tus residuos y que en nuestro blog encontrarás más propuestas de ocio sostenibles.
