Lo último sobre la limpieza de Málaga
Vivimos en una era en donde la contaminación por residuos físicos tiene un gran impacto en nuestro planeta y, a la vez, la era digital va transformando nuestros estilos de vida y el tipo de residuos que generamos.
Por una parte, la transformación digital ha implementado nuevas formas de reducir la basura física para combatir la lucha contra el cambio climático y de esta manera emitir menos emisiones de CO2.
Pero, ¿qué sucede con la huella digital? Lo que a veces no nos cuentan es que la transferencia de datos, de manera digital, también es una fuente de contaminación. Es debido a que conlleva todo un proceso: desde la producción y uso hasta el almacenamiento en los servidores.
El uso de internet
En la actualidad es inviable no hacer uso de estas tecnologías que están ligadas al acceso a internet. Hoy día existen aproximadamente 4.600 millones de personas con acceso a internet. Imagina que cada persona realiza una consulta de un producto o tema. Cada archivo enviado es ejecutado miles de veces, generando mayor consumo de energía y aumento de CO2.
¿Quiere decir que por mandar un correo electrónico contamino? No exactamente. Lo que sucede es que al mandar o recibir mensajes o archivos, esta información se almacena en servidores, en dispositivos que consumen energía y que necesitan a su vez conectarse a una fuente eléctrica. En este caso, las empresas son quienes almacenan más archivos.
¿Qué podemos hacer?
Podemos llevar a cabo una serie de acciones para contribuir a la disminución de nuestra la huella digital.
Estas son algunas acciones que se pueden tomar en cuenta. Así también se usarán menos dispositivos y se reducirá el uso de electricidad.
Recuerda que puedes depositar tus cables y electrónicos viejos en el punto limpio más cercano. Gracias al avance tecnológico, podemos esperar a que la tecnología cada vez sea más eficiente y sostenible. Con tu colaboración, es más fácil.
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