Lo último sobre la limpieza de Málaga
En Málaga, cientos de profesionales trabajan a diario para mantener nuestras calles, parques y plazas en las mejores condiciones. Pero hay residuos pequeños que, aunque parezcan inofensivos, se acumulan y suponen un gran reto para la limpieza urbana: chicles, colillas y cáscaras de pipas.
En Limpieza de Málaga S.A.M. seguimos cuidando cada rincón de la ciudad, pero hay algo que sabemos con certeza: una ciudad verdaderamente depende de la colaboración de todos.
Chicles: pequeños residuos, grandes consecuencias
Un solo chicle tirado al suelo puede tardar hasta 5 años en desaparecer. Y retirarlo requiere maquinaria especializada y mucho más tiempo que evitar que caiga.
Sabemos que es un gesto casi automático, pero si esperas a encontrar una papelera, estás haciendo mucho más por la ciudad de lo que crees.
Comer pipas al aire libre es un hábito muy extendido… y entendible. Pero las montañas de cáscaras que quedan tras una tarde en un banco o una plaza no desaparecen solas.
Aunque son residuos orgánicos, su acumulación dificulta la limpieza, da una mala imagen y puede atraer plagas. Llevar un pañuelo o una bolsita para recogerlas es un gesto sencillo que mejora el entorno que compartimos.
Una colilla puede parecer una tontería, pero contamina hasta 50 litros de agua y puede tardar entre 7 y 10 años en degradarse. Además de ensuciar, liberan sustancias tóxicas que afectan al suelo, al aire y, si llegan al mar, también a la fauna marina.
Tener a mano un pequeño cenicero portátil o apagarla bien y tirarla en una papelera es una forma fácil de evitar que un residuo pequeño se convierta en un gran problema.
Es un problema conocido, por eso conviene extremar la precaución: usa siempre ceniceros portátiles y no dejes colillas en la arena. Disfrutar de la playa también implica cuidarla.
Desde Limasam seguimos limpiando Málaga cada día: baldeamos aceras, vaciamos papeleras, retiramos chicles y colillas, y dejamos la ciudad lista para empezar de nuevo. Pero cuando tú colaboras, ese esfuerzo se multiplica.
Pequeños gestos como no tirar un chicle, recoger las pipas o apagar bien una colilla nos ayudan a todos y hacen que Málaga se mantenga limpia por más tiempo.
Nuestro trabajo no se detiene. Pero si cada uno pone de su parte, la ciudad no solo estará más limpia… estará más cuidada.
Gracias por colaborar, por respetar los espacios comunes y por contribuir, cada día, a una Málaga más agradable para todos.
#SerLimpiosPorMálaga