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La Semana Mundial del Agua, organizada cada año por el Instituto Internacional del Agua en Estocolmo (SIWI), es la cumbre para el dialogo y deliberación sobre una problemática mundial: las reservas de agua. Durante el evento, multitud de expertos se congregan en la capital sueca buscando dar con soluciones viables.
Esta iniciativa lleva en curso desde el año 1991, momento en el que se llevó a cabo el primer ‘Simposio del Agua de Estocolmo’, manteniéndose ininterrumpidamente año tras año. En 2023, el evento transcurrirá entre el 20 y 24 de agosto bajo la temática ‘Seeds of Change: Innovative Solutions for a Water-Wise World’ (Semillas del cambio: Soluciones innovadoras para un mundo con recursos hídricos).
Con más de 500 organizaciones convocantes, el evento se centrará en soluciones innovadoras ante una crisis mundial del agua, generada por “haber traspasado el límite planetario de seguridad del agua”, indican desde SIWI. Asimismo, apuntan que a esta crisis se suman otras interrelacionadas como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la pobreza.
“El agua está en el centro de todas estas amenazas, lo que también significa que es una de las herramientas más poderosas para encontrar soluciones”, concluyen.
El agua, un recurso fundamental
El agua es fuente de vida y sustento para nuestro planeta. En 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas sentó las bases al declarar el derecho humano al agua y al saneamiento. Se estableció que cada persona debe tener acceso entre 50 y 100 litros de agua al día para uso doméstico, de manera segura y asequible, a menos de un kilómetro y 30 minutos de su hogar.
No obstante, las cifras actuales recopiladas por organizaciones internacionales como la OMS, UNICEF o UNESCO muestran una cruda realidad:
Más del 80% de las aguas residuales resultantes de la actividad humana se vierten en los ríos y mar sin ningún tratamiento, generando contaminación. Actualmente, son 9 de cada 10 los desastres naturales que se relacionan con el agua, propagándose a través de los sistemas alimentarios, energéticos, urbanos y ambientales.
Por todos estos motivos, son necesarias acciones como la de esta cumbre, de la que estaremos atentos a las conclusiones y acuerdos.