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Desde hace meses, la mayoría de botellas de plásticos y briks que consumimos tienen adheridos el tapón para evitar su separación. Ante este nuevo diseño de envases, muchas personas han reaccionado rechazándolo debido a que consideran que dificulta beber a morro.
El motivo de este cambio en el diseño de estos residuos de plástico y briks está relacionado con su impacto medioambiental, así como el proceso de cambio de una economía lineal a una circular, pero, ¿por qué ha habido este cambio en el diseño de envases?
El cierre adherido a los envases supone la implementación de varias normativas de la Unión Europea y de nivel estatal que buscan minimizar el impacto ambiental de estos residuos.
De hecho, a partir del 3 de julio de 2024, se requerirá que todos los tapones de botellas o envases de hasta 3 litros estén permanentemente unidos al envase, marcando el fin de la posibilidad de retirar tapones a rosca según la ley estatal 7/2022 sobre residuos y suelos contaminados, orientada hacia una economía circular.
Esta normativa está basada en una directiva europea de 2019 en la que se establece la necesidad de que la mayoría de los tapones estén conectados de manera permanente a las botellas o envases, con el propósito de garantizar que el cierre (el tapón) se recicle conjuntamente con el resto del envase.
Este nuevo diseño de envases supone una aplicación del ecodiseño, en el que se prioriza el criterio medioambiental además de las fundaciones básicas del envase.
Para conseguir que un producto sea creado según la metodología del ecodiseño debe reunir una serie de características:
Pequeños cambios como el tapón adherido suponen una gran solución a problemáticas medioambientales como la contaminación. Recuerda separar correctamente cada residuo en tu casa para sumarte a la acción para proteger a nuestro planeta.